lunes, 21 de septiembre de 2009

Siempre positivo

Parece que haya pasado una vida desde que hace doce días abandoné Zaragoza. Los días se hacen largos pero no por tediosos sino por abundantes y ricos en experiencias, vivencias, conversaciones y risas, muchas risas.

Tras llevar aquí casi dos semanas, me siento como en mi casa. Pese a no conocer nada de esta ciudad ni de este idioma, la felicidad por vivir lo que vivo ha ido superando las barreras iniciales hasta convertirse en un disfrute continuo. Una conversación en inglés, ver pasar un tranvía o el pasear por el Barrio Alto lisboeta son unas monotonías que estoy encantado de coger. Supongo que habrá momentos malos, pero hasta ahora no los conozco.

Este fin de semana, probablemente, iremos a hacer surf. Yo sé que no seré un dichoso en este deporte, pero ver a mis compañeras practicarlo seguro que me hace sentir como un hawaiiano cualquiera... I am joking, girls.

Así son las cosas, y así se las hemos contado.

No hay comentarios: