jueves, 17 de abril de 2008

Matemáticas vs. Fútbol

El Real Zaragoza es el claro ejemplo de la inexactitud del deporte, en este caso el penosamente llamado “deporte rey”. El equipo que actualmente dirige Manolo Villanova había creado unas expectativas deportivas a principio de temporada que sobrepasaban las de cualquier etapa del conjunto maño, amén del impresionante flujo monetario que había desembolsado.

Eduardo Bandrés, bajo la batuta financiera de Agapito Iglesias, conformó un bloque ilusionante para devolver al club de la ciudad su grandeza de antaño. Sin embargo, la mala gestión ha llevado al equipo a estar actualmente peleando por objetivos terriblemente más mundanos que los pretéritos.




Varios han sido los determinantes de esta indeseada situación, y es que el proyecto vendido como “de Champions”, se ha convertido en un fiasco. Un fiasco que daña al club y, cómo no, a su afición:


- La mala planificación física de Víctor Fernández a principio de temporada.
- Los innecesarios fichajes realizados y las ineludibles contrataciones no efectuadas.
- El bajo momento de forma de hombres clave.
- La ausencia de un líder en el campo.
- El bajón de moral que supuso la eliminación de la UEFA.
- La controvertida decisión de no fichar en el mercado de invierno
- La mala forma física y táctica de la defensa.

Éstos y otro largo etcétera conforman las carencias de un Real Zaragoza que debe ganar el sábado al Recreativo de Huelva para situarse fuera de los puestos de descenso y otorgar a su afición un halo de esperanza.



De esta manera, y pese a los distintos puntos de vista acerca de la inversión en el fútbol, hay que decir que Dinero y Fútbol cada día están más ligados. Nosotros, como buenos estudiantes de LADE, conocemos que en proyectos con riesgo, aportando una cantidad de dinero mayor, se tienen más opciones de ganar, aunque no te asegura nada.

Sin embargo, el Real Zaragoza está demostrando que el fútbol no es matemáticas y que sin aunar todos los factores, incluida la fortuna, el éxito estará lejos de nuestros resultados.

jueves, 10 de abril de 2008

El incoherente ¿catalán?

José Montilla acaba de hacerme sonreir. El presidente de la Generalidat catalana, comunidad que junto a Aragón siempre ha sido firme defensora del antitrasvasismo, está girando 180 grados para reclamar agua a sus vecinos, nosotros.

Se han dado cuenta de que el excesivo crecimiento de Barcelona, limitada físicamente, ha provocado que en la actualidad, y con un año tan seco, se encuentre con necesidades acuíferas.

Sin embargo, ellos no desean escuchar otras proposiciones. Esas mismas que se les hacía a los levantinos que reclamaron agua al PP con el famoso PHN de 2001 y a quienes los catalanes criticaron hasta la saciedad (eso sí, no les faltaba razón).

Pese a esta coyuntura, el socialista Montilla sigue empeñado en diseñar un trasvase, tenga la forma que tenga, desde el Ebro hasta la ciudad condal. Su última gran idea ha sido que el trasvase circule por la mediana de la Autopista que dirige hasta Barcelona, algo factible, claro, pero fuera de la coherencia que merece este tema, anteriormente tan criticado por el pueblo catalán y ahora, de repente, venerado por un presidente puesto con calzador.